lunes, 11 de julio de 2011

Dedicado a todos los esforzados traductores


Dedicado a todos los esforzados traductores

Graciela Melgarejo
LA NACION

Lunes 11 de julio de 2011


La posibilidad de lograr una traducción al español lo más ajustada posible al sentido de un texto original sigue siendo un tema que atrae y preocupa siempre a los lectores de esta columna.
Semanas atrás, el 14/06, Carlos Pemberton escribía en un correo electrónico, a propósito de la traducción de Tarzán, el señor de la selva : "Cuando se refirió usted a la difícil tarea del traductor, inmediatamente pensé en un libro que leí hace poco escrito por David Lodge, que siempre trata temas interesantes mezclados con un típico humor inglés poco frecuente en nuestros días. El libro en cuestión (que preferí leer en su original inglés) se titula Deaf Sentence y es un doble juego de palabras ya que deaf (?sordo') y death (?muerte') suenan parecido en inglés -y mucho más para el protagonista ¡que se ha vuelto sordo!- de modo que lo que podría ser «sentencia sorda» se asemeja auditivamente en inglés a «sentencia de muerte». Pero sentence en inglés tambien significa ?frase', y en ese caso el título podría ser Frase sorda . De modo que el traductor prefirió cortar por lo sano y el título de este libro se convirtió en español en La vida en sordina .
"El libro parte de la confusión de palabras durante una conversación entre el protagonista (sordo) y una extravagante joven. El sordo no quiere reconocer que no oyó gran parte de lo que le hablaban y que deriva luego en una difícil situación. Pero durante el transcurso de la trama hay constantes malentendidos ya que el protagonista confunde siempre lo que se le dice debido a la similitud de ciertas palabras. Y aquí se presenta el dilema para el traductor: ¿cómo hacer posible en español la confusión de palabras que en nuestro (u otro idioma) no se parecen entre sí? Por eso, Lodge dedicó así su libro: «Consciente de que esta novela, desde su título en inglés en adelante, presenta problemas especiales para los traductores, la dedico a todos aquellos que, durante muchos años aplicaron sus habilidades para traducir mis obras a varios idiomas?»".
Muchos años atrás, el escritor, editor, profesor y magnífico traductor Enrique Pezzoni solía reunir en una jornada a varios colegas con una propuesta: todas las posibles traducciones de un texto corto o de un párrafo especialmente escurridizo. Hubo dos ejemplos legendarios: el comienzo deMoby Dick , de Herman Melville ("Call me Ismael") , y el monólogo de Molly Bloom, del Ulises de James Joyce.
Como, según el Diccionario de la lengua española , traducir es: " . tr. Expresar en una lengua lo que está escrito o se ha expresado antes en otra. . tr. Convertir, mudar, trocar. . tr. Explicar, interpretar", podemos usarlo perfectamente en la expresión "traducir su pensamiento", por ejemplo. Ahora bien, algo muy difícil de traducir, y de entender y compartir, es la ironía. Por esa razón, en la frase de Cabrera Infante citada en la columna del lunes anterior, que terminaba con un juego de palabras entre traduttore traditore , y que daba por resultado una nueva palabra:tradittori , un corrector (electrónico o humano, no importa) quitó una y el juego y la ironía se destruyeron. En fin, que siempre se puede volver a citar y reponer aquello que debía ser repuesto, aunque lo más recomendable siga siendo leer Tres tristes tigres , porque "el libro está en cubano" y es una experiencia inolvidable.
Y como nos estábamos refiriendo al contenido de la columna pasada, y nobleza obliga, una última observación: el lector Mariano Vitetta había señalado en ella que "en español, las universidades no tienen «presidenta» sino «rectora»", en referencia a una nota del diario donde se mencionaba ese cargo. Sin embargo, y como bien lo han hecho notar varios comentaristas de Línea directa y los lectores que se comunican mediante correo electrónico, no es tan general. Juan Carlos Sarasola señala: "Si bien es lo usual que las universidades tengan rectores y las facultades, decanos, no siempre es así; por ejemplo, la Universidad Nacional de La Plata tiene presidente".
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