lunes, 9 de mayo de 2011

5 consejos sobre Word para dejar tu traducción lista

5 consejos sobre Word para dejar tu traducción lista


Desde hace unos meses, realizo tareas como revisor “no lingüístico” freelance para una importante multinacional del sector de la traducción. La revisión no lingüística se refiere al control de calidad final por el que pasa un documento traducido antes de ser entregado al cliente tras su procesado, traducción y revisión. Si el documento a entregar es un documento de MS Word no está de más recordar algunos puntos para que quede un documento lo más limpio posible, por muy obvios que parezcan algunos. Hay muchos más, por supuesto, pero me ha apetecido seleccionar aquellos que considero más importantes y a que a menudo cojean en las traducciones, propias y ajenas, que pasan por mis manos:


1. Selección correcta del idioma

Puede parecer una tontería, pero si entregamos una traducción al castellano, todo el documento debe estar en castellano. Así que nada, Control + E (o Control + A si usas MS Word en inglés o otros procesadores como OpenOffice) y a seleccionar el idioma que toca. Y ya de paso, marcamos la casilla de “No revisar la ortografía y la gramática” para quitar los subrayados feos en rojo de aquellos términos que Word por lo que sea no reconoce.

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2. Fuera el Control de cambios y los Comentarios

De los errores se aprende, está claro. Y un error de novato que yo mismo he cometido es dejar sin querer comentarios que uno mismo añade durante la traducción. También puede ocurrir que si se trata de un encargo grande y/o que ha pasado por varias manos activemos el control de cambios. Así que nada, a quitarlo, ¡fuera, fuera!


3. Fuera los dobles espacios

Otra bastante común. Tras teclear como locos a lo largo de páginas y páginas, es imposible comprobar a simple vista si nos hemos dejado algún doble espacio por error entre dos palabras. Una manera rápida, fácil y fiable para eliminarlos es quitarlos con la herramienta de Buscar y Reemplazar. En el campo “buscar” bastará con introducir dos espacios. Y en “reemplazar con” introduciremos un espacio. Más fácil, ¡imposible!


4. ¡A crear el documento de nuevo se ha dicho!

A medida que vamos trabajando con el documento, Word guarda datos como aquellos relativos al tiempo de edición o quién ha pasado por él. Por la razón que sea, quizás no interese que el cliente final acceda a estos datos. Así que los eliminamos con un par de pasos la mar de fáciles también: guardamos el documento con otro nombre cualquiera, abrimos el archivo nuevo y lo volvemos a guardar con el nombre original.


5. Zoom al 100% y texto oculto, ocultado

Este último está pensado para no asustar al cliente la primera vez que abra el documento. Si durante la edición del documento hemos tenido que aplicar un zoom bestial del 250%, antes de entregarlo siempre es buena idea dejarlo a 100. Tampoco está de más ocultar el texto oculto. Por costumbre siempre trabajo con el texto oculto activado para vigilar que no baile ninguna tabulación ni espacio. Además, es una buena manera para ver si el formato original ha sido llevado a cabo con pericia o falla por todos los lados. En cualquier caso, antes de entregarlo, mejor darle a la tecla de “mostrar todo” de nuevo para desactivarlo (la que es parecida al número pi).

Como decía al principio de la entrada, he querido reflejar aquellos pasos que para mi son casi imprescindibles para poder entregar una traducción con garantías. Estos consejos son fruto de mi propia experiencia así como de lo que uno va aprendiendo asistiendo a cursos como el taller de Word para traductores que impartió Xosé Castro en Valencia a principios de abril. Os remito a un par de crónicas sobre este curso con más consejos la mar de interesantes para sacarle el máximo partido a Word, la crónica de Pablo Muñoz y la de Judith Carrera

Lluis Cavallé Saula

Fuente: http://lluis-translations.com/blog/?p=83

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